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Dos antiguas alumnas del centro, quieren ser maestras y esa es una magnífica noticia y nos alegra que hayan elegido nuestro colegio (¡su colegio!) para realizar las prácticas. No es este el primer año que pasan con nosotros pero, se nos ha ocurrido ahora que esta Página Web es un lugar idóneo para compartir vivencias y reflexiones sobre este tiempo que han pasado con nosotros.

Se lo sugerimos y tanto María Teresa como Lucía dijeron que sí. A continuación compartimos sus palabras con todos vosotros.

Muchas gracias a las dos.




Tras terminar, por segundo año consecutivo, mi periodo de prácticas en este centro, solo se me viene al pensamiento una palabra con la cual englobaría estos meses… GRACIAS. Y sí, lo hago en mayúsculas porque la manera como me han tratado, tanto alumnos como profesores, ha sido espectacular.

Todas las personas que constituyen el equipo educativo han sido conscientes de la tarea que yo debía desempeñar y no me pusieron ningún tipo de impedimento, todo lo contrario, se volcaron conmigo, facilitándome las cosas y prestándome toda la ayuda que necesitaba. Les agradeceré siempre todo lo que me han enseñado y el tratarme como una más.


Tengo que hacer una mención especial por su dedicación constante a Isabel María, Aquilina y Mari Carmen. Han colaborado activamente en mis prácticas y hemos intercambiado muchas sensaciones y experiencias. Ellas continuamente me han reforzado, me han animado, me han aconsejado, me han corregido, entre otras muchas cosas. En mi opinión, siempre es bueno aceptar una crítica o consejo.


He aprendido que no es todo como se explica en los libros. Tampoco es posible hacer todo lo que en la universidad se dice y se aprende, pues a veces son demasiados niños y poco tiempo. Una de las conclusiones que he sacado de todo ello es que el maestro debe amoldarse a cada niño y educar dentro de lo establecido, sin olvidar que cada uno de ellos es un mundo y tiene sus peculiaridades, haciéndolos especiales y únicos.

Este tiempo me ha servido para conocer directamente el futuro para el que me estoy preparando, para conocerme a mí misma como docente y para asegurarme aún más de mi aspiración a trabajar en la educación.


Esta  experiencia que he vivido durante estos meses me ha hecho darme cuenta más, si cabe, de por qué elegí esto, y todo es por ellos, por los niños, para educarlos y formarlos en los mismos valores en los que yo misma fui educada y no hay mayor suerte para mí que poder realizar mis prácticas en el centro donde de pequeña aprendí todo esto.


En definitiva, me llena de satisfacción que lo niños me consideren su guía, su modelo a seguir y se sorprendan con cualquier cosa que hago. Sin duda alguna, volvería a repetir una y mil veces más a este centro donde la acogida siempre es buena y donde  he aprendido tanto que el cariño de estos pequeños-gigantes nunca se me olvidará.
Con mucho cariño, una alumna.

María Teresa Barrios Espejo.


   
 ¿Quién quiero ser y a qué quiero dedicarme?
     Llega, inevitablemente, ese momento en el que toca mirar hacia el futuro y responder esta pregunta sin más contemplación que la de uno mismo, su seguridad y su felicidad, lo cual hará que la decisión, sea cual sea, llene a uno mismo de forma plena.

     Las prácticas son la clave para despejar cualquier tipo de duda. La llave que te abre la puerta para descubrir el mundo en que quieres adentrarte, donde vives la experiencia en primera persona y obtienes así motivos que justifiquen una u otra decisión.


    En primer lugar he de dar las gracias un año más a todos los profesionales del centro, del primero al último, los cuales no solo me han acogido muy bien y se han prestado a ayudarme en cualquier cosa que estuviera en sus manos, sino que además me han hecho sentir una más en todos los aspectos.

     Jamás les ha faltado una palabra de agradecimiento y ánimo, repitiéndome siempre que no me he equivocado al tomar esta decisión. Destacaron siempre que la docencia es una de las cosas más bonitas que el ser humano puede hacer por la sociedad, a la vez que me han hecho ser consciente de la dificultad que conlleva y la responsabilidad y el compromiso que requiere.

     Si algo me queda más que suficientemente claro es que nadie dijo que sería fácil. Trabajar con quienes van a ser el futuro es gratificante y a la vez duro, pero merece la pena el esfuerzo cuando la recompensa es tan grande.

     A los padres y madres, solo puedo decirles que pueden tener la certeza de que sus pequeños están en las mejores manos. Desde dentro he podido observar cómo trabajan todos y cada uno de los maestros y maestras con los niños y  niñas y sin duda, la entrega es total. No quisiera olvidar hacer mención de lo valiosa que resulta su participación e implicación, que realmente es esencial para el proceso de aprendizaje de sus hijos/as. Es admirable la labor que desempeñáis.


    Y a los niños y niñas, mis alumnos. Sólo puedo decir que sois el futuro, el motor de la sociedad y que en vuestras manos está conseguir cualquier meta, cualquier sueño. Formaros siempre, todo lo que podáis. Nadie regala nada, y el mundo es complicado. Pero estoy segura que vais a lograr todo lo que os propongáis. Mucho ánimo y… ¡Nos vemos pronto!
     A todos, ¡GRACIAS!

Lucía González Benítez.










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